ENTREVISTA A INMA y PACO

A ver, Inma, ¿tú cómo y cuándo llegaste a la casa?

INMA: Pues mira, yo llegué en el 2008, hice la entrevista a finales de 2007. Yo estaba en Madrid trabajando, Llevaba cuatro años allí.
Tenía un buen puesto de trabajo en un hospital, el 12 de Octubre, pero me vine por estar cerca de la familia. Y en ese tiempo pintaron la casa y uno de los pintores es familia de mi padre.
El director de la Casa por aquel entonces, el Hermano José, le dijo: “Necesitaríamos enfermeras”. “Pues la hija de mi primo viene en diciembre, es enfermera y está en Madrid”.
Total, que me pasé, me hicieron la entrevista y me dijeron que el centro iba a ir adquiriendo más chicos porque en principio había 15 y se ve que había otra enfermera que se acababa de ir y luego un fraile que también llevaba las cuestiones médicas.
Total, que me dijo: “Bueno, de aquí a unos meses, quizás necesitemos que vengas, ya te iremos llamando”.
El día 8 de enero del 2008 empecé a trabajar
Bueno pues empecé en un cuartillo, una carpeta donde prácticamente no había documentación de nada y fue un poco empezar de cero.
Había poco material y poca documentación, pero gracias a la dinámica de donde venía, fue fácil asumir esta responsabilidad.

¿y cómo ves tu trabajo dentro de la Casa?

INMA: Yo aquí tengo una responsabilidad. Por supuesto siempre estoy apoyada por todos. Pero es verdad que no tengo a alguien como un médico, otra compañera enfermera en la que yo pueda apoyarme cuando te surgen dudas.
Los temas en los que yo decido son muy delicados porque depende la salud de los chicos y chicas. Si te equivocas en una decisión, la repercusión sobre el residente va a ser radical.
Mis ojos son los vuestros, desde atención directa en adelante. Mira, he visto a este chico que se le cae el moco, el otro que le duele la espalda y yo por ahí puedo ir indagando.
Me comunico con todos, con farmacia, con los especialistas, con el médico de cabecera… Me voy ganando la confianza de ellos y bueno ahí vamos trabajando.

Y tú Paco, ¿cómo llegas aquí? ¿cuál es la trayectoria que te trae hasta la Casa Familiar Dr. Juan Segura?

PACO: Yo llevo alrededor de diez años atendiendo a esta residencia.
Tengo la farmacia desde hace ya 22 años.

Dónde está tu farmacia?

PACO: Está en el barrio de Bola de Oro. Farmacia de Bola de oro. Farmacia Voladero en el Camino Bajo de Huetor. Allí llevamos ya veintidós años.
Yo empecé en el colegio farmacéutico a trabajar, a echar una mano en las labores colegiales y me dieron la formación.
Desde el colegio se empezó a potenciar la labor en la farmacia con los sistemas personalizados de dosificación, los blíster.
Entonces daba a la formación con una chica que llevaba la compañía del blíster.
En ese cambio de las farmacias y se empezó llevar los SPD o blíster a las residencias. Se cambió aquí y no estuvieron muy contentos con el cambio.
Fue una etapa en la que ese servicio se quedaba un poco corto.
Le dijeron a la chica que llevaba los blíster, que si conocía a alguien que se lo podía hacer y ella nos puso en contacto con vosotros.
Bendito el momento que nos puso en contacto.

Fíjate con la importancia de las redes sociales y tú llegaste con el boca a boca.

PACO: Sí, sí, pero bueno, que cambia la reputación del boca a boca por la reputación en redes.
Supongo que el que tiene una empresa ¿tienes miedo a que te pongan una mala valoración en Google por ejemplo?
Normalmente el que te valora bien no lo dice, se queda con tu valoración, pero el que cree que te tiene que valorar mal siempre va a usar ese recurso.

Bueno continuamos. Entonces… ¿que te encuentras cuando llegas a este centro?

PACO: Pues me encuentro un volumen de trabajo brutal al que no estábamos acostumbrados, porque nosotros llevábamos una paciente y de repente nos caen treinta y tantos pacientes muy medicados, pero bueno, con una ilusión tremenda.
De hecho cogimos el equipo y nos fuimos a celebrarlo.
Desde entonces hemos ido mejorando mucho. Se ha ido automatizando la cosa se ha ido digitalizando la cosa. Ahora contamos con programas que nos ayudan a llevar el control de los lotes de medicamentos, a llevar el control de la medicación, un montón de cosas que antes teníamos que hacer a mano.
En la farmacia cada una lleva 10 pacientes y son sus diez pacientes, con lo cual es mucho más fácil. Conocen cada detalle del paciente que tienen que llevar.

Porque antes llevabas tú, Inma, personalmente la medicación. ¿No?

INMA: Yo preparaba la medicación, pero la verdad que fue un alivio para mí porque es que si no, yo creo que hoy día no podría.
El volumen de trabajo es muchísimo
Más de 30 chicos, cada uno con sus patologías.

Sigue siendo muy desconocido el mundo en el que trabajamos, al que nos dedicamos. ¿Cómo se podría alumbrar a la gente? Lo que se hace, ¿qué función tiene?

INMA: Una medicación es siempre necesaria. No se puede suplir por nada más. Si es verdad; es verdad que siempre hay una reticencia a la medicación, pero no sólo en las enfermedades psíquicas, desde una pastilla del colesterol. Pero bueno, la medicación es un complemento.
Aquí me he dado cuenta de que nosotros somos sólo un complemento de lo que es la terapia de los muchachos, pero un complemento muy necesario.
Nosotros abarcamos desde pacientes que toman muchísima medicación hasta el paciente que tiene una a lo mejor para dormir.
Ahora bien, lo que sí hay que valorar siempre en el tema de medicación es que los tratamientos se cumplan para vosotros valorar el resto.
Sí, supongo que al final la medicación lo que hace es dejar a esa persona de una manera con la que tú puedas trabajar.

Es difícil el tema de la medicación para personas con trastornos mentales porque cuando pones una influye en otra y potencia otra.

PACO: Es un trabajo de relojería. Además, estáis vosotros.
Esta Sonia, está el psiquiatra, Inma, es un meritazo.
La medicación, es un elemento más de todas las alternativas que disponemos, de todas las terapias que se hacen en los talleres y el trabajo para la modificación de la conducta.

INMA: Antiguamente era la medicación y el aislamiento.
Se trataba a las personas con discapacidad intelectual no como una persona sino como un animal, encerrados.

Se oye con frecuencia que se ha disparado el consumo de medicación ansiolítica y de este tipo. ¿Es real ese aumente en el consumo?

PACO: Si miras los estándares de España o de Andalucía y los del resto de Europa, aquí se consumen mucho más benzodiacepinas.
Esto es así y de hecho ahora mismo nosotros estamos haciendo una campaña desde la farmacia de intentar que baje el consumo de las benzodiacepinas. Se llama BenzoStop.
Está en todas las farmacias y los centros de salud.
O sea, que es una realidad de la que somos conscientes y de la que estamos intentando hacer algo sustituyéndolo por recursos algo más naturales.

Inma dices que trabajaste en hospital en varios servicios incluso en residencia de ancianos. ¿Qué diferencias encuentras con el trabajo en discapacidad?

INMA: Pues bueno, aquí no canalizo vías periféricas. Ni trabajo con instrumental en un quirófano.
Es otro tipo de trabajo muy parecido al de un centro de salud, pero sin los recursos de un centro de salud que es lo más difícil.
Reparto las pastillas, pongo los inyectables, hago analítica, voy a los médicos, pero eso requiere un trabajo para que todo esté todo organizado, que cuando te vayas el fin de semana esté todo hilado para que no falte nada en esta materia.
Tengo que ir muy organizada con farmacia, con el médico, luego yo misma.
Si me gustaría a veces tener a un médico que me dijera venga Irma, vamos a organizarnos este año.
Yo me tengo que hacer ese trabajo para que todo esté cubierto. Analíticas y temas de especialistas. Por ejemplo, le falta a uno la dentadura y lo lleva al dentista, a otro los con problemas en los pies y vamos al podólogo.
Cuando algo se complica, ya se llama al servicio de urgencia y te van dando instrucciones.
También con el tema de calidad, pues te exigen mucha documentación, cada vez más registros, seguimientos, evaluaciones, etc…
A veces echo de menos una compañera para compartir la carga y apoyarme en ella o él.

¿Cuáles son los inconvenientes que encontráis a la hora de trabajar de trabajar desde farmacia?

PACO: Antes era el tema de los registros, aunque la verdad que los registros se han solucionado muchísimo con el programa informático. Ahora ya tenemos los códigos QR. En fin, que se nos ha solucionado un montón.
Pero bueno, muchas veces la velocidad del cambio de la medicación es tremenda y algunas veces vamos a contrarreloj, pero ya es una dinámica que se reparte entre todo el equipo. Ya lo tenemos como una parte de nuestro día a día. Cuando entran a trabajar mi gente, lo primero que hacen es ponerse con la residencia y se tiran un buen rato a diario tres personas solo y exclusivamente para este centro.

Bueno, nos alegra que hayamos podido compartir este momento y que acerquemos a la gente vuestro trabajo, que por otra parte es imprescindible dentro del funcionamiento de un centro como este.

Daros las gracias y esperamos contar con vosotros para hablar de otros temas más adelante.

INMA y PACO: Nos ha hecho mucha ilusión y estamos encantados. Contad con nosotros para lo que queráis.